Monday 8 June 2009

Entre Confines

Se acerca el verano, ya peligrosamente, y muchos empiezan a ver aproximarse esas tan ansiadas, y casi siempre merecidas, vacaciones estivales. Da igual que se tenga ya un plan determinado al efecto (con un pedazo viaje incluido en el plan a, pongamos, una playa de la costa oriental tunecina, o una caribeña, o a un tour por las impresionantes ruinas de la Riviera Dálmata), o que no haya nada en el programa, simplemente disponer de ese tiempo para uno mismo, para descansar o dedicarse a lo que a uno realmente le dé la santa gana, pero lo más importante, desconectar del trabajo, que de eso se trata.

Pues mientras una gran parte de la población ve acercarse este momento, un servidor sólo lo ve alejarse más y más, pues don Trabajo manda y cuando llama a la puerta no puedes, por lo menos en mi caso, hacerte el sueco y fingir que no estás o que no lo has oído. Prácticamente desde que escribí la última entrada sobre el bochorno de Eurovisión, estuve absolutamente abducido con la organización y logística de una mega exposición que se inauguró hace poco más de una semana en uno de los museos más importantes de mi ciudad. La verdad es que la experiencia ha sido muy gratificante, a la vez que interesante y didáctica, además de que me ha permitido conocer de cerca y compartir impresiones con gente tan variopinta e interesantísima como el grandísimo Robert (Bob) Wilson (quien ya comisarió la sublime exposición de Armani en el Guggenheim bilbaíno hace años, entre otras grandes), Vincenzo Trione, el estadounidense Aaron Betsky o el divertidísimo Gianluigi Colin, director de Arte de Il Corriere della Sera, entre otros. Y pese a que la exposición no iba sobre moda, en absoluto, sino sobre confines, los que quiera marcarse cada uno, allí había una pieza del sinigual Hussein Chalayan, diseñador punterísimo turcochipriota con el que tuve oportunidad de departir tanto para traer su traje a Valencia como para su emplazamiento dentro de la muestra, todo un honor.

Aparte de la locura de la parte logística, la atención a correos, curadores y comisarios era otra de mis funciones, que debo decir que disfruté enormemente, pues aunque iba de cabeza de un lado a otro del museo, escaleras arriba y abajo, sala aquí, sala allá, ahora al muelle de carga, etc… me sentí verdaderamente afortunado de formar parte de algo TAN grande que estaba ocurriendo en mi propia ciudad y con lo que encima estaba aprendiendo tanto, es un poco difícil de explicar, la verdad, sobre todo cuando no se pueden dar detalles más concretos que los ya explicados, que ya son. Y quisiera que me permitieseis acogerme a esto como excusa, espero que aceptable para tod@s vosotr@s, para haberos tenido abandonad@s de la hand de Dior durante este tiempo y el que me queda, pero de verdad que no he tenido tiempo para nada más. De hecho, la semana del montaje de la exposición me trasladé también al hotel en que estaba alojado todo el personal, no os digo more.

Justo al terminar, un viernes a las muchas de la madrugada, tuve que subirme a un avión rumbo a mi querida Praga, adonde tuve que supervisar la clausura una exposición que se inauguró hace tres meses y que ya mencioné de pasada en otro post. Al final en Praga el trabajo se hizo muy rápido y muy bien, cabe decir que gracias enteramente a MI equipo y no al personal de allá, que son la gente más difícil con la que he tenido que lidiar in my life, lo cual me permitió pasarme un último día enterito de libre disposición, con su noche correspondiente jeje, en la capital de la antigua Bohemia, que pasé paseando y comprando souvenirses artesanos varios, absolutamente divinos, y la noche una de las más divertidas que he pasado en mucho tiempo.

Pues a mi regreso de Praga, aún no hace una semana, lógicamente he estado también ocupadísimo con los trámites de clausura de la exposición checa, a la vez que pasando hojas de gastos por la muestra en Valencia, un no parar absoluto. Como colofón a esto, cuando estoy terminando con lo que acabo de mencionar, también estoy preparando el montaje en Tokio de otra exposición de un artista español, evento al que me marcho este viernes próximo y que me tendrá en mi adorado país del Sol Naciente hasta el día 26, así que desde ya me disculpo porque (máxime cuando viajo con un grupo grande de gente para la ocasión) os tendré de nuevo medio abandonados al menos hasta mi regreso. Aún así que sepáis que a mis adorad@s de siempre, cuando puedo, los sigo leyendo y me río con sus cosas y comments, aunque no tenga tiempo o fuerzas para comentar en los blogs respectivos, pero no os olvido never, ni a mis bloggers ni a tod@s los que sin tener blog propio estáis siempre ahí apoyándonos a todos y visitándonos casi religiosamente.

Por cierto, un apunte para mi querida Prosapia, he recibido tu mensaje y leído tu blog fugazmente, pero no me he enterado muy bien de lo que hay que hacer, así que prometo, en cuanto pueda, releerlo con toda mi atención y corresponder la cortesía.

Así que dicho todo lo anterior, más que un “Sayóonara” (adiós en japonés) os diré “Mata Ne” (nos vemos), pero sabed que os estaré siguiendo desde el otro “confín” del mundo.
Bss Mil,

ElPajarito