










Ciertamente podría seguir mostrandoos infinidad de maravillas del universo bolseril, pero había que hacer una selección. Espero que la mía os haya gustado.
Querer es poder / Voler és poder / Where there is a will there is a way / Vouloir c'est pouvoir / Dove c'è una volontà c'è un modo / Waar een wil er een weg er / そこに意志があるところ で 方法がある / Wo es gibt, ist ein Wille dort ein Weg / Где имеется желание имеется путь
(EZ et moi Living la Vida Loca)
A la mañana siguiente y con una resaca y cansancio importantes, decidimos trasladar el equipaje de las chicas a mi casa y olvidarnos del hotel, pues nada como un hogar jeje. De ahí nos fuimos a Oxford Street a que las chicas se soltasen la melena y sacudiesen bien sus tarjetas de crédito.
Más cargados que los pobres judíos en su destierro por el desierto, volvimos a casa a dejarlo todo y prepararnos para la soirée, que prometía. Cenamos en un japonés, pero no fue el Yoshino, sino uno algo más sencillo pero también buenísimo que hay muy cerca de mi casa y de allí nos fuimos al Revue Bar del Soho, el sitio de los mojitos de mango, que no veáis cómo nos alegraron la noche. Mi siempre idolatrada MI incluso tuvo una epifanía con un francoitaliano guapísimo que nos encontramos allí, pero una jovenzuela almeriense borracha cual cuba tuvo que venir a fastidiarlo y a hablarnos de Manolo Escobar y David Bisbal (a las dos de la mañana y medio tajados, ¿quién quiere hablar de estas personas, ¡for God!). Aquella noche estuvo llena de anécdotas divertidísimas, algunas más surrealistas, y de "refregaes de tomata", o sea, restregones furtivos, que no olvidaremos nunca.
(EZ y MI en su momento mojitos de mango, va por tod@s vosotr@s. ¿Habéis visto qué par de bellezones?)
El sábado estábamos otra vez malos como perros, pero tocaba visita a Portobello y, of course, a One of a Kind. Mi querido Jeff, exquisito como siempre, nos enseñó el cuartito trasero y algunas de sus joyas como varios Birkins y Kellys dignos de urnas de museo, además del 2.55 caviar, una reliquia absolutamente divina, con el permiso de mi Divina. Después de comer en Hermanos García seguimos oteando Portobello mientras hacíamos paradas intermitentes para reponer fuerzas a base de gintonics, por supuesto en cada parada nos reíamos más y mejor. Terminamos volviendo a casa bien tarde, después de cenar, y con la cuenta de gintonics ya perdida.
La mañana del domingo la dedicamos a Camden Town y sus mercadillos varios para luego volver a casa a por el equipaje y dirigirnos a la estación, nuestro finde ideal llegaba a su fin.
Por supuesto esos tres días se nos han pasado volando y han sido fantásticos y maravillosos, ciertamente un Finde Londinense Ideal... y divertidísimo.
Chicas, GRACIAS, GRACIAS y GRACIAS por la maravillosa visita. ¡Hasta pronto!
Bss Mil,
ElPajarito